viernes, 3 de septiembre de 2010

Dos días en la vida

Arranco así, con una pregunta:

¿Se puede tomar uno la vida,
el día a día digo, lo cotidiano,
como si estuviera en un capítulo de sex and the city?

como si yo fuera por tal caso
uno de esos personajes fantásticos
con zapatos fantásticos que combinan con el peinado fantástico
con sus correspondientes fantásticos momentos.

Dejando aclarado que ese no está siendo el caso
(qué placer usar el gerundio en algunas oportunidades)
paso a proponerme darle color a lo gris de los días.

No aspiro a ser Patti Smith, ni Carrie Bradshaw,
pero si una auténtica mezcla de las dos
y, por supuesto, de mi fantástica impronta.

La fórmula sería la siguiente:

Feminidad + Arte + "lo político social"(?) = Lo que quiero ser cuando sea grande.

Después de todo este (delirante) desarrollo me propongo pasar mi fin de semana
en lo que promete ser una fantástica casa quinta, en la, de más está decirlo, fantástica localidad de Pilar, y explorar esta nueva fórmula que, te digo, es prometedora.

3 comentarios:

una dijo...

Tu delirante desarrollo me hace tenerle aún más fe a este fin de semana. Podríamos intentar develar el cómo de la fórmula que planteaste.
Y que alguien me ubique (en el sentido de señalarme las coordenadas) en "lo femenino", que nunca supe bien cómo maquillarme.

alejandra dijo...

Misterio si los hay lo del make up. Porque dicen que podes hacer destrozos si la sombra de la parte de abajo del párpado es mas clara que la que te pones arriba. Y le pifiaste en una nimiedad como ésta y te quedas para vestir santos. Así nomás. Eso dice la Cosmo, bah. Y deben tener razón. Seguro.
Lo del delineador te lo tengo dominado. No me quedó otra vio, a veces ni yo me soporto la cara.

una dijo...

La Cosmo siempre tiene razón, sólo me falta conseguir la elasticidad suficiente como para probar las 632 poses sexuales que me llevarán a la felicidad.
PD: Lo mío es el corrector de ojeras, y si estoy en valiente o mi mamá me apura máscara de pestañas, pero la evito porque siempre me olvido de que la tengo y me refriego los ojos, lo que hace que el corrector de ojeras deje de hacer efecto.